A veces sueño con la muerte y me decapita.
Hoy empecé a escribir una nueva novela. Y como desde hace un tiempo hasta esta parte, ya tengo ritualizadas algunas cuestiones a la hora de sentarme a escribir o comenzar un nuevo proyecto. Así que en este caso me preparé un café y me senté para darle comienzo a una nueva odisea.
Lo primero que hago es buscar la idea y el tono de lo que estoy queriendo crear. Por lo que abro un bloc de notas donde narro la sinopsis de forma muy breve con algunos detalles que debo de tener en cuenta a la hora de crear la historia, en este caso quedó lo siguiente:
En una habitación de hotel
un grupo de amigos hará una fiesta llena de sustancias que desencadenará en
situaciones delirantes y violentas, finalizando en una muerte. Ante esta situación no encuentran mejor opción que la de deshacerse del cuerpo lanzándolo a un barranco del Paraná. Así que entre amigos y algún desconocido se adentrarán a la aventura. Pronto descubrirán que lo que para ellos es la mejor decisión, no es más que una misión casi imposible. ¿Quién hubiera imagino que deshacerse de un cuerpo era tan difícil?
Una vez establecido lo que será el "corazón" de la historia, prosigo a describir los personajes y sus conflictos, por ejemplo, uno de ellos es el siguiente:
Monti trabaja en una tienda de música y sonido, en la que es gerente. Le gusta absolutamente todo tipo de música siempre y cuando le sirva para expresar o sentir cualquier tipo de sensación en el momento adecuado. Vive con su novia. Es un jugador compulsivo que todavía no logró aceptar que tiene un problema. Le gusta hablar de cualquier tema, se podría decir que sabe de todo un poco y siempre tiene algo para opinar. Nació el 13 de enero de 1997.
Conflicto interno de Monti: Es el mejor amigo de Charly y sabe bien como este es, pero se da cuenta que llegó a un límite y no comprende cómo hacerle ver a Charly que no le gusta su forma de ser. Además se siente culpable ya que le robó plata a su amigo debido a su ludopatía.
Ahora bien, esta breve descripción puede no ser relevante a la hora de escribir, de hecho, en mi caso termino descartando gran parte de las ideas iniciales u opto por configurarlas de manera diferente. Pero me es muy necesario a la hora de ver como quiero desarrollar e imaginar a cada personaje. Además servirá para ver como estos se moverán dentro del universo de la historia, es decir, ayudará a que se muevan con cierta lógica durante todo el transcurso de la acción.
Una vez configurado esto, paso a lo que es para mí una de las partes más esenciales: la estructura de escenas. Se trata de describir brevemente todas las secuencias que quiero que estén en la historia. Voy a ejemplificar con algunas escenas que pienso incluir sí o sí en mi próxima novela:
Escenas:
-Sebastián
está mirándose al espejo con algunas manchas de sangre en la cara, la sangre
también se encuentra en la pared.
-Charly, Monti y Tepi están sentados en el living de la suite de hotel,
bebiendo y fumando unos cigarros. Entre diálogos se produce una disputa entre
Charly y Monti que deja tensión entre ellos.
-Suena el timbre y Tepi abre la puerta. Tras ella están Sebastián y Pedro,
traen la cocaína que Charly había pedido. Tepi les ofrece un trago por el favor
y los invita a pasar.
Es necesario compreder que no se trata de narrar toda la estructura entera de la novela, sino que se trata de una especie de mapeado que no es definitivo. Algunas escenas serán descartadas y otras nacerán a medida que transcurra el proceso creativo, pero como machete a la hora de imaginar la historia son muy funcionales ya que además ayudarán a no quedarse estancado y tener una especie de guía para saber hacia donde se quiere llegar próximamente.
Una vez que tengo este puntapié inicial, procedo a la última cuestión: el tono de lo que quiero contar.
Es importante entender que se necesita tener bien en claro cual es el tono de lo que se busca. Luego a medida que se avanza puede ir cambiando, pero para empezar es pertinente tener en claro hacia donde se quiere llegar, que es lo que queremos contar. Por ejemplo, en mi última novela titulada "Otra noche, otro lugar", la idea principal de lo que quería narrar eran dos: el tono/género. En aquél caso me centré en que quería lograr una novela adolescente con tintes de comedia, drama y romance con tintes de "La Tregua", de Mario Benedetti. Con el transcurso de la escritura fue mutando hasta encontrar un tono "sólido" o que al menos se percibe por igual durante toda la lectura, tiene cierta consistencia y coherencia. Y por otro lado, el verdadero porqué de la historia, una especie de subtexto o razón de ser. En "Otra noche, otro lugar" lo que mas me acomplejó a la hora de escribir era la idea de aquellas personas que pasan por la vida de uno y de un momento a otro dejan de formar parte. Aquellas personas que sabían todo de uno y hoy por hoy no saben ni siquiera si estás vivo. Ante esta idea traté de buscar un balance que desencadene en la aceptación de dicha idea. ¿Lo logré? No tengo idea, pero al menos me sirvió de catarsis. Desde ya hay otras ideas, otras busquedas, pero considero que con esta alcanza para ejemplificar. Al final del día esto termina siendo irrelevante, pero no por eso menos importante. Lo que quiero decir es que para construir la historia es fundamental, ¡estamos hablando de su razón de ser! Pero una vez que se le suelta la mano a la historia y es leída por un otro, deja de ser mi historia. ¿Por qué? Simplemente porque la interpretación del otro distará de la historia personal a la hora de escribir. A nadie le importa si se murió alguien cercano cuando escribías la novela. Y es lo más hermoso que existe. Cuando deja de ser de uno y pasa a ser de otro.
Ahora llega la última parte, que es la de comenzar a escribir la historia. Recomiendo fervientemente que utilicen una plantilla para novelas de Word. Con la que viene predeterminada alcanza, aunque podrán encontrar algunas en internet. Por otro lado, aquí un par de cuestiones que siempre tengo en cuenta:
-Buscar inspiración en otros lugares, en otros artes. Está todo inventado, no voy a hacer nada nuevo. ¿Con esto que quiero decir? No que robe ideas, no que robe obras de otros, sino reinterpretarlas para contar algo nuevo. Tomar "prestado". Por ejemplo, puedo escuchar una canción de The Smiths y decir "ESO es lo que quiero lograr, algo con ese tono". O utilizar frases que te disparen ideas. A lo que voy es a que es muy útil prestarle atención al entorno, a lo que rodea. El arte no es más que el reflejo de algo que atañe al otro, y ese otro es humano, igual que vos. En mi caso nunca escribo sin música. En cada novela, cuento o poema me acompañó la música. Siempre tengo una playlist personalizada para lo que quiero contar, con el tono que quiero lograr (Ejemplo: Los Días Extraños). Y acá es donde entra el título de esta nueva novela, "A veces sueño con la muerte y me decapita". Es una frase sacada de una canción interpretada por Saramalacara y Muerejoven, titulada "FOMO". En esa canción reside parte del tono de lo que busco contar, es así de simple. Esto pasa en todas mis novelas anteriores. "Los Días Extraños" está inspirada en el título de una película de 1995 dirigida por Kathryn Bigelow, titulada Strange Days. En el caso de "Otra noche, otro lugar" la inspiración surge de una canción interpretada por Molok0, titulada "Viernes". Algunos podrán pensar que es una especie de plagio, pero nada dista más de la realidad cuando uno entiende que aquello narrado en la novela poco tiene que ver con la obra de la que se toma inspiración, es decir, son historias completamente diferentes. Uno solamente toma aquello que le hace sentir, aquello que le genera la obra ajena. De más está decir que el lenguaje de la música y el de la novela son lenguajes completamente diferentes, en todos los sentidos.
-Escribir todos los días, tener constancia. Recomiendo fervientemente sentarse todos los días a trabajar 20 minutos en la novela, a pesar de no tener ganas. Esos 20 minutos son esenciales por varias razones:
Primera razón: En esos 20 minutos puede que termine enganchándome y escribiendo horas.
Segunda razón: Puede que me termine dando cuenta de que no estoy para escribir, pero no por eso no voy a trabajar en mi novela. Quizás no estoy para algo creativo, pero puedo dedicarme a corregir lo ya escrito.
Tercera razón: Me doy cuenta de que no es el día, pero al menos lo intenté, la próxima será una sesión más larga y fructífera.
-Desmitificar la escritura. Uno tiende a tenerle un respeto máximo al arte, a la escritura. Sobretodo si se es ávido consumidor. Y esto muchas veces tiende a ser contraproducente si se llega al punto de "Nunca voy a escribir algo así de bueno" o "Yo QUIERO escribir algo así de bueno". Nunca hay que espejarse en las habilidades del otro. Esto le saca la diversión y suma un peso que termina siendo un calvario. Simplemente me siento a escribir y buscar divertirme. A pesar de estar escribiendo algo terriblemente trágico u oscuro, la diversión puede estar igual. Estoy creando un mundo en el que soy una especie de Dios. Voy a hacer sufrir o disfrutar a mis personajes a mi antojo. Estoy en un mundo en el que lo que yo quiera será posible. Aprovecho para reírme y llorar, que sea un medio de descarga. Para bien y para mal. Al final del día lo voy a agradecer. ¿Acaso no es el objetivo final de todo ésto? El apaciguar las calamidades, el ponerse frente a un agotador espejo, el enfrentarse a algo más sin caer, sin gritar. Ese es el punto de todo, el de no perder la lucha contra aquello que tanto duele. Algo así como hacerle frente a la oscuridad y controlarla, aunque sea por un breve instánte de tiempo. Es soñar con la muerte y ser decápitados por la misma, y sin embargo... reírse.
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