Siempre se te vuelve a ir - Poema.

 

Y hoy solo te queda...
la más mordaz disonancia,
entre el último cuarto compartido en su falta,
y tus manos yéndole a buscar.
Aunque bien sabés, nunca sabrá.
Solo vos, la luna y su ausencia.

Y hoy solo te quedan...
lóbregas noches en vilo,
persiguiendo en sueños a quien tus penas purgó,
y trajo con la brisa de julio algo que siempre se te vuelve a ir.

Y hoy solo te queda...
aquella promesa de dejar lo que querés,
y un contradictorio vaivén naciente en tierras lejanas,
retoño de un borrascoso lunar que ya no está,
y de una tierna mirada que nunca estuvo.

Y hoy solo te quedan…
todas aquellas penas hijas de un eterno quizá.
Y ya que tanto te gusta recordar…
abrazando una condena vas a vivir:
la de nunca olvidar su rostro, jamás.

Aunque tal vez y solo tal vez,
con la brisa de agosto vendrá algún que otro susurro.
Apaciguando, al menos por un breve momento, aquella pérdida.
Más bien sabes, nada de eso es verdad.
Ya que siempre estará ahí, presente en su ausencia.
Ya que siempre se te vuelve a ir.


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