Nuevos desafios y la otra ciudad (diario de una nueva historia).
Incursionando en una nueva novela me doy cuenta que estoy listo para un par de desafios nuevos, para salir un poco de mi zona de comfort. Y es que en este caso pisé un poco el acelerador y me puse como objetivo hacer una novela en la que la protagonista no solo sea un personaje femenino, sino que también sea más larga e inclusive la de incluir un álbum, ya que la protagonista (Ainara) será una cantante en búsqueda de la fama. Pero a su vez le sumé el condimento de que no lo haga sola sino que lo haga en compañía de su pareja, un escritor (Guillermo), que también está en la misma búsqueda. Juntos ascenderan en el mundo de la fama complementándose a la hora de crear. Lo que sucede en el transcurso es que no saben el precio a pagar: más fama, más oscuridad. Y así irán vagando en su relación. Cada vez más noches oscuras, violencias y drogas. El punto es que mientras escribo este posteo, llevo casi finalizada la primera parte (la cual ya es más larga que mi primera novela) y el álbum. El álbum me llevó cosa de un día y medio escribirlo. Son diez canciones, con una intro y un interludio. Me gustaría decir que me costó, pero la verdad es que no fue así. Y digo me gustaría porque me confunde. ¿Lo hice rápido porque es mediocre o lo hice rápido porque me es fácil escribir? La realidad es que no termino de encontrar la respuesta. Por otro lado, estoy algo estancado. Y no precisamente porque no tengo ideas sobre las cuales escribir. Ya que siempre soy bastante estructurado, es decir, me hago una especie de mapa conceptual con escenas que quiero incluir sin falta para así siempre saber cual es el próximo paso a seguir. Yo creo que estoy estancado porque sé que lo que sigue es un punto de inflexión absoluto en la novela, la cual estará dividida en tres partes. La primera se llama "El punto de no retorno" y la próxima "La otra ciudad". Entonces, al estar en esa transición entre la primera parte y la segunda (transición en la que además los personajes dejan su ciudad natal, Rosario, para irse a Buenos Aires), me encuentro incómodo. ¿La razón? Que debo de hacerlo bien, que debo de hacer un salto importante tanto para los personajes como para la narración ya que a partir de ahora el propio tono de la novela deberá de cambiar y por supuesto, quiero que se sienta de la forma más natural posible. Además, y esto hay que decirlo, muchas veces hay escenas que son necesarias pero uno quiere pasar más a la acción, en mi caso, a la parte del descontrol. Pero se debe de hacer de a poco y no es bueno apurarse. Por eso, recién terminé un capíutlo titulado "Ya va siendo hora". Lo cual es doblemente símbolico para mí ya que no creo estar solamente haciendo referencia a la novela en sí... sino que puede que un poco sea yo mismo diciéndome "dale, metele, que se viene lo bueno". Sin embargo, acá estoy. Estancado sin saber como encarar este próximo capítulo, uno que es no solo importante sino que sumamente trascendental, pero a su vez y para mí... aburrido. Y no aburrido porque considere que lo que estoy haciendo lo sea, sino que aburrido porque sé muy bien lo que viene, a diferencia de cualquier lector. Ahí yace la cuestión; en que ya quiero hacer sufrir a mis personajes. Pero bueno, todo a su tiempo, supongo. Son capítulos importantes los que siguen y debo de cargarlos de sentido para la narración, debo de llevar varias ideas a cabo y no perder el eje de la idea principal, de lo que que busco a largo plazo. Para llegar al final antes hay que construir, y mucho. Intuyo que en estos días ya voy a estar llegando a mi próximo destino, a la otra ciudad.
PD: Dejo una canción de las diez del disco :)
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