🎃'La perversión de un sueño americano que todo lo ve' - Análisis de 𝑻𝒉𝒆 𝑯𝒊𝒍𝒍𝒔 𝑯𝒂𝒗𝒆 𝑬𝒚𝒆𝒔, 𝒅𝒆 𝑨𝒍𝒆𝒙𝒂𝒏𝒅𝒓𝒆 𝑨𝒋𝒂 🎃


    Corría el año 2006 y se estrenaba la remake de la clásica película de horror The Hills Have Eyes (1977), escrita y dirigida por el grandísimo Wes Craven, uno de los maestros más importantes del cine de terror en toda la jovial historia del séptimo arte. En este caso la remake sería llevada a cabo por un jóven Alexandre Aja, quien en aquel entonces tan solo contaba con un cortometraje y dos películas en su haber. Siendo su película previa la magnífica Haute Tension (2003). Un slasher al más puro estilo Psycho (1960) y por supuesto con su clara cuota personal de la que es precursor Alexandre Aja, ya que cabe destacar, Aja es uno de los autores fundacionales en lo que fue denominado como el "Nuevo Extremismo Francés". Una ola de directores franceses que surgieron a principio del S.XXI en los que se encuentran autores como Pascal Laugier o Gaspar Noé. Entre las principales características del movimiento se encuentra por supuesto el horror como género principal, pero también una decadencia sexual guiada por el más visceral de los gores. Sangre y sexo, básicamente. Siempre con la búsqueda europea de transgredir. Por todo esto es que uno supone, habrá sido una especie de prueba de fuego para el director Alexandre Aja el tener que dirigir una remake (además producida, es decir, supervisada, por Wes Craven) de una de las películas más importantes del género. Y para nuestra suerte, casi 20 años después, podemos seguir confirmando y refutando que el director no solo lo logró, sino que lo logró con creces.
En primera instancia deberíamos de preguntarnos, ¿qué hace a una remake buena? Bueno... es difícil de explicar ya que no hay un manual que dictamine que hacer a la hora de llevar a cabo una remake. Pero en lo que a mi opinión respecta: debe de ser algo nuevo que no olvida de donde viene. Un tanto abstracto, puede ser. Pero es que cada vez que pienso en buenas remakes, como Evil Dead (2013), pienso que es buena porque es la misma historia contada desde un ángulo diferente para así llegar a un lugar nuevo y contar otra historia. Cosa que The Hills Have Eyes logra hacer y de manera espectacular, pero eso lo iremos desglosando de a poco en el análisis que sigue a continuación.
Como el análisis será exclusivamente de la remake y no de la original, me gustaría antes dejar por sentado que la película en sus primeros dos actos es muy similar a la película de Wes Craven, hasta el tercer acto. Así que la cuota de resptar a la original o no olvidar el material de origen está ahí, siempre latente. Una vez hecha dicha aclaración, me gustaría empezar por el análisis propiamente dicho.

La película comienza con el siguiente mensaje: 
(Entre los años 1945 y 1962 los Estados Unidos realizaron 331 pruebas nucleares atmosféricas. Hoy día, el gobierno aún niega los efectos genéticos causados por la precipitación radioactiva).

En primera instancia y si bien puede funcionar como una especie de explicación al origen de la familia de deformes canibales que llevará a cabo una sanginaria cacería, tiene otra razón de ser. Y es que de entrada está planteando la idea de que el verdadero culpable de esto son los Estados Unidos, un eje central en toda la narración de la película. Próximo a esto tenemos una secuencia de asesinatos y así entran los titulos iniciales, donde se mezclan imagenes de publicidades al más puro estilo "Mid-century modern" con hongos atómicos y extremidades deformadas, lógicamente, por la radiación. Ahora bien, podría tratarse de una mezcla de imagenes queriendo remarcar una época en sí (los años 50's), sin embargo también tiene otra funcionalidad. Nos estamos refiriendo a la perversión del sueño americano. Aquel sueño que siempre se vendió a lo largo de la historia de Estados Unidos. Aquel sueño del que formó parte Elvis o el Gran Gatsby. Aquel sueño que funcionó muchas veces como una pantalla para dicho país. Y así entra "el primer plano" de la película, que es el siguiente: 
Una gasolinera al más puro estilo art déco en el medio de la nada, rodeada de colinas y polvo. Es aquel sueño americano dejado en el mayor de los olvidos, en el más profundo de los pasados.
Pero además no deja de lado algo muy importante: la minería. Actividad trascendental para el crecimiento de un país, pero sobre todo, para la carrera por el arsenal nuclear. En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial y a la detonación de la primera bomba atómica, el uranio probablemente valía más que el oro. Pero por supuesto que los mineros desconocían las consecuencias de su radiación y por supuesto, el que lo compraba poco decía (el gobierno, quien más) ya que alguien debía de hacer el trabajo sucio. Esta industria se llevó una infinita cantidad de vidas, tanto de mineros como de sus familiares. A tener en cuenta esto ya que más adelante volveremos sobre este punto. Además en esta escena se nombra por primera vez a Júpiter, sin embargo, aún no sabemos de quien se trata. Lo sabremos más adelante.
Este será el primer contacto que tendremos con nuestros protagonistas, la bandera de Estados Unidos. 
Y así nos enteramos que se trata de una familia tipo, una familia hecha y derecha bajo el lema de los Estados Unidos de América, una familia sacada del más puro sueño americano. Una familia a la que apunta toda persona de ley, al menos si seguimos bajo este prisma sacado de los años 50 (aplicable claro está al día de hoy). En toda la escena se nos presentará a toda la familia como tal. Tendremos por supuesto a un patriarca bien marcado, uno que salió del más claro partido republicano, uno que salió del corazón de una nación. Y en contraposición, a su yerno, padre de su nieta. Presentado como un inútil que solo quiere utilizar su celular para mantenerse en contacto con el mundo:
Y luego de esto nuestra familia se adentrará en las colinas dónde tienen un "accidente", por lo que los dos hombres/patriarcas saldrán en búsqueda de ayuda. Uno volverá caminando hasta la gasolinera, el otro, se adentrará en el corazón del desierto. Mientras tanto, el unico hijo varón se quedará a cargo de la seguridad de sus hermanas, su sobrina bebé y de su madre.
Seguridad que en principio creerán que podrá ser afectada solo por algunas serpientes o escorpiones. Bestias infernales si las hay. Pero además, en toda esta secuencia descubriremos otro detalle:
La personalidad de las dos hermanas está claramente marcada. Una responde a este claro estereotipo familiar perfecto. Es la ama de casa ideal, mientras que la otra, quizá producto de su juventud, es más rebelde y desencaja de dicho estereotipo (aunque entra en otro estereotipo diferente, claro está). Esto tendrá relevancia más adelante.
Antes de partir la matriarca propone rezar para que su yerno y su esposo vuelvan seguros y rápido, porque por supuesto, la religión no puede quedar exenta del ideal americano. Después de esto hay un par de secuencias en la que aparecen por primera vez los deformes, se pierde el hermano que estaba a cargo porque se fue a buscar a los perros y algun diálogo de las tres mujeres de la familia con una puesta en escena interesante ya que inclusive estando en el medio de la nada, la casa rodante simula ser un día de campo de ensueño. Sin embargo, quiero remarcar un plano que me gusta mucho:
En la secuencia a la que pertenece el plano vemos como el "yerno inútil" llega al final del camino, dónde se encuentra con un cementerio de autos y cosas de diferentes víctimas (que a su vez están dentro de un agujero hecho por una bomba núclear). Allí está este plano, dónde vemos el auto con sangre y algún juguete infantil. En una sola imagen está todo dicho: los deformes no tienen piedad, por lo que la tensión para nosotros aumentará. Sabemos que no les importará lastimar a la bebé, mucho menos a la familia entera. Una familia que aún no sabe que está siendo observada por un mal impío. Seguido de esto, nos llega una secuencia que finaliza en este plano:
El mal, ahora sí, saldrá de su hogar. Una mina abandonada que consta de una doble función, pero lo veremos más adelante. De momento importa saber que llegó la noche. Y que el primero en caer es ni más ni menos que el patriarca. 
Lejos de cumplir esta función impuesta por el ideal americano de que un hombre debe de hacerse cargo por completo de su familia, es el primero que atraparán los mutantes, y no solo esto, sino que caerá rápidamente y de forma bastante estúpida. Seguido de esto comienza a gestarse una de las secuencias más salvajes que puede haber. La secuencia de la casa rodante.
Secuencia que comienza con la incineración del patriarca, con la incineración del padre que estaba a cargo de la familia. Seguido de esto los deformes entrarán a la casa rodante dónde bueno, mejor ni decir la cantidad de cosas que pasan en unos pocos minutos. Solo decir que secuestrarán a la bebé, mataran a la madre de todos y a la hija mayor, es decir, la madre de la bebé. Y así solo quedarán los dos hermanos jovenes (ahora huerfanos) y el yerno (ahora viudo), quien deberá de tomar las riendas de la familia por mera naturaleza de las cosas, es el más grande, es quien debe mantener el temple, ¿el objetivo a partir de ahora? Recuperar a su hija y sobre todo, sobrevivir, 
(Detalle que me hizo ruido: Uno de los mutantes se llama 'Goggle', y casualemente será el que todo lo ve):
Y así, el "nuevo patriarca" irá en búsqueda de su bebé, junto a un perraco de aquellos y un bate de beisbol (contrapuesto a su suegro, que fue con una pistola y no logró nada).
Pero además y como vemos en este plano, el muchacho deberá de adentrarse en una mina abandonada para llegar a la guarida de los mutantes. Deberá de atravesar la cueva oscura que separa los dos mundos. Allí se encontrará (oh, casualidad) con una bandera de Estados Unidos, pero además, el lugar más sagrado por la familia minera, es decir, el cementerio familiar.
Ubicado entre los dos mundos, es el único punto en común que probablemente compartirán. La muerte, una muerte que está a cargo de una misma entidad: los Estados Unidos. La verdad está ahí, oculta en el lugar que vaga entre dos mundos. Está más allá de la comprensión de nuestros personajes, quienes simplemente luchan por sobrevivir.
Y así, una vez atravesado el umbral que separa los dos mundos es que llegamos al otro lugar. Se trata de por supuesto, un pueblo ficticio de esos que eran utilizados para pruebas nucleares con obviamente una estética art déco/mid-century modern. Lugar en el que viven estos hijos deformes de la radiación. Mientras tanto, los jovenes hermanos están ideando un plan para defenderse en caso de que alguien los vaya a atacar (esto es importante y a tener en cuenta). Una vez que el "nuevo patriarca" se adentre en el pueblo, previo a rescatar a su bebé se encontrará con la siguiente situación:
Su suegro, el patriarca original, con la bandera clavada en su cabeza. Tampoco es que hay mucho para decir, el plano habla por sí solo. Además habrá una secuencia de uno de los mutantes cantando el himno de Estados Unidos y diciendo que la culpa es de ellos, de los blancos. Pero nunca olvidemos donde estamos y lo que tenemos en común. Los mutantes no son peores que el gobierno de Estados Unidos, ellos SON Estados Unidos. Como nuestros protagonistas, la familia blanca tipo. Después de esto nuestro "nuevo patriarca" rescata a su bebé y mata un par de mutantes. Pero mientras tanto, en la casa rodante, los dos hermanos son atacados por alguien que siempre estuvo dando vueltas pero que nunca hizo su aparición. El patriarca de los mutantes. De nombre Júpiter, como el dios supremos romano. El Iuppiter Terminus (defensores de fronteras) o el Iuppiter Imperator (comandante supremo). Este tiene una característica importante: no es deforme. No tiene ninguna deformidad como sus hijos/parientes. Lo cual lo vuelve mucho más impactante; es malvado como podría haberlo sido el otro patriarca o cualquiera de nosotros. La cuestión es que los dos hermanos se defienden y mediante un plan que idearon, este patriarca antagónico termina prendido fuego. Al igual que el padre de ellos. Empiezo por el final, terminaré en el principio. Jupiter será rematado, en este caso, por la hermana más joven, quien lo rematará clavándole un pico en la cabeza, así como una bandera atravesó la cabeza de su padre. Dos patriarcas que mueren de igual manera y que probablemente compartían ideales similares o que eran una misma idea, y que sin embargo, en este nuevo mundo ya no tienen más lugar.
Ahora el paradigma se levantará sobre las bases de una familia con nuevos ideales, aquellos que estaban en el pasado murieron, los que se acoplaron al nuevo mundo, no. Sin embargo, esto no es del todo lineal ya que la película no es tan determinante con este mensaje. Nos queda a nosotros pensar que dos fuerzas supuestamente antagónicas estuvieron siempre bajo otra mirada, una mucho más grande. Una que va más allá de las colinas y que sabe muy bien lo que sucede entre sus fronteras. Unos ojos que prefieren negar todo lo que sucede dentro de su propio corazón. Un Estados Unidos culpable de todo lo que suceda dentro de sí, con víctimas que día a día acarrean las consecuencias de un sueño americano que a través del tiempo se fue pervirtiendo cada vez más hasta llegar a las entrañas más oscuras de una verdad humana, colmando así una putrefacta nación. Una verdad que cuesta ser aceptada pero que está ahí, siendo siempre observada por los ojos que están en las colinas, en los montes, en los desiertos y en las cavernas más oscuras de la humanidad. Unos ojos que no dejan nunca de mirar, y mucho menos, nunca dejan de obrar. Siempre en las sombras, claro está.


















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